La carrera está dirigida por "sa prima pandela", por dos caballeros elegidos por él llamados "sa segunda" y "sa terza pandela" y por los escoltas, que representan metafóricamente el ejército de San Constantino.
Los restantes jinetes, por el contrario, representan el ejército pagano de Majencio, que fue derrotado en su momento.
Según la tradición, el culto al emperador, también en Sedilo, fue introducido por los militares bizantinos para imitar las carreras que se realizaban en Constantinopla.
Una conmemoración que combina la historia con la cultura, la naturaleza del valle con el pasado de la comunidad.
Un acontecimiento que atestigua el vínculo entre Sedilo y la religión cristiana, representada no sólo por el Santuario medieval de San Costantino, sino también por numerosas iglesias de la zona, como la iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista, reconstruida a principios del siglo XVIII, o la pequeña iglesia de la Anima.
Todos los lugares de culto que se mezclan, en el sugestivo paisaje sardo, con ruinas nurágicas, como es el caso del complejo arqueológico de Iloi, un pueblo nurágico. Un pasado, el de Sedilo, que se puede saborear a través de los productos locales, como el queso casizzolu o el pecorino sardo, acompañados de pane carasau recién horneado. Paseando por el pueblo, charlando con sus comerciantes o bebiendo una cerveza artesanal sarda, uno tiene la sensación de estar cerca de algo poderoso, de una tradición que tiene raíces profundas y fascinantes.
CÓMO LLEGAR: Se puede llegar en autobús desde Oristano. El aeropuerto más cercano es el de Alghero (73 km). Las estaciones de tren más cercanas son las de Oristano y Ozieri-Chilivani.
OTROS LUGARES PARA VISITAR: Para los amantes de la historia, la necrópolis de Ispiluncas es de gran interés. El bosque petrificado de Zuri-Soddì, a orillas del río Tirso, merece una visita.