Ferrara - Capital del arte, un importante cruce de caminos para los intelectuales durante el Renacimiento y más allá, así como uno de los centros políticos más importantes de Emilia-Romaña.
Hay varias razones por las que Ferrara sigue siendo hoy en día una de las ciudades más importantes y conocidas de Italia.
Centro de poder del ducado homónimo, es considerada la primera "capital moderna de Europa"; Su centro es tan rico en bellezas históricas y artísticas que le valió el título de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1995.
No hace falta decir que la "ciudad de las bicicletas", como se conoce a Ferrara, es una visita obligada para cualquiera que se encuentre en Emilia -Romaña.
La primera parada en un recorrido por este centro, por supuesto, es el castillo de Estense: es el símbolo de la ciudad, y por una buena razón.
Este imponente edificio fue erigido por la familia Este para controlar mejor el área circundante y protegerse de los ataques enemigos.
Con el tiempo, sin embargo, también se ha convertido en el centro de control político, así como en la tarjeta de visita de la familia: hoy en día se puede visitar libremente, y seguro que te asombrará la belleza de los apartamentos o las cocinas, así como por el jardín bien cuidado.
No muy lejos del castillo se encuentra otro de los edificios emblemáticos de Ferrara: la catedral de la ciudad.
Lo más importante de la arquitectura religiosa de la ciudad llama inmediatamente la atención gracias a la fachada de mármol blanco, rica en imágenes, como San Jorge matando al dragón; el interior es en cambio una alegría para los amantes del barroco.
Sin embargo, no debemos pensar que Ferrara termina aquí: no se puede perder el Palazzo dei Diamanti, sede de varias exposiciones, cuyo exterior está construido a partir de 8500 bloques de mármol blanco veteado de rosa; Si te apasionan los ambientes románticos y enrarecidos, un paseo por los dos kilómetros de Via delle Volte es casi imprescindible.
No puedes irte de Ferrara sin haber probado alguna de las especialidades típicas del lugar: la pasta fresca con cappelletti y passatelli, pasando por un buen pastel de macarrones con champiñones o salsa de carne, terminando con un buen "salama da sugo" o un 'anguila marinada.
CÓMO LLEGAR: Ferrara y Bolonia están bien comunicadas por transporte urbano, a través de un tren regional que conecta los dos centros en aproximadamente media hora.
En coche, hay que tomar la A13 durante unos 50 kilómetros.
OTROS LUGARES PARA VISITAR: El cercano Parque del Delta del Po, también considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: es una región protegida de unas 54.000 hectáreas, rica en naturaleza y actividades culturales y recreativas.
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